La adivinacion en tiempos antiquísimos
Con el transcurrir del tiempo, la videncia se ha apoyado sobre distintos aguantes adivinatorios: la observación de las estrellas, los cometas, los eclipses y otros fenómenos astronómicos es entre los más conocidos. En el sur de la Mesopotamia (Irak actual), la civilización de Sumeria puso las bases de la astronomía y de la astrología alrededor del siglo XXVI a. JC. En el transcurso de generaciones, los sacerdotes astrónomos y astrólogos – apoyados con frecuencia por los soberanos -, han llevado de sobra a más lejos las observaciones de los fenómenos meteorológicos y astronómicos con un fin prospectivo. Todos esos conocimientos fueron transmitidos a las civilizaciones posteriores: helenos, romanos, árabes…
Diez siglos a. de C., en la zona de México, los Olmecas sientan las bases de una astrología que va a ser adoptada más tarde por las civilizaciones tolteca, maya y azteca. El día de hoy aun, en los Andes Centrales, los autóctonos prosiguen utilizando un sistema de predicción del tiempo que data del imperio Inca, basado sobre la observación de las Pléyades, con el objetivo de determinar las temporadas más favoreces para la agricultura.En el viejo testamento de las Sagradas Escrituras, se halla una prohibición explícita de la videncia (Deuteronomio dieciocho. diez-doce) « Que no haya en tu casa absolutamente nadie que purifique por el fuego su hijo o bien su hija, ni que se dedique a la adivinación, ni a los vaticinios, ni a las supercherías ni a los encantamientos, ni que recurra a embrujos, ni que consulte a los invocadores ni a los hechiceros, ni que consulte a los fallecidos » La evocación detallada de estas prácticas mágicas nos hacen meditar que eran muy conocidas en las poblaciones hebreas y en esa region del planeta.
La adivinacion en la Grecia de Ptolomeo
En ocasiones, la videncia ha sido institucionalizada como un sistema oficial. Es el caso de numerosas civilizaciones de la antigüedad. Por servirnos de un ejemplo en Delfos, en la Grecia vieja, se iba a preguntar el Oráculo pidiéndoles a determinadas sacerdotisas llamadas pitias, de interpretar sus visiones. A eso se lo halla en la mitología donde por poner un ejemplo un oráculo devela al padre de Edipo el castigo que Apolo le reservaba si tenía un hijo.
El conocido astrónomo heleno C. Ptolomeo (~90-ciento sesenta y ocho) se interesó tanto a la Astronomía que a la Astrología. Su obra el Algamesto es la síntesis más acabada de los conocimientos astronómicos de la Grecia vieja. Escribió un tratado de astrología judiciaria en 4 libros, el Tetrabiblos, que es considerada incluso el día de hoy como un libro esencial de la astrología moderna. Aborda la astrología con un espíritu científico y expone las tradiciones sobre las que se fundan las predicciones astrológicas. Su insigne oración “los astros inclinan mas no obligan” resume meridianamente la idea que debe regir toda consulta astrológica (y adivinatoria generalmente).
El I-Ching
Desde temporadas viejísimas se practica en Asia un sistema de lectura del avenir basado sobre la filosofía taoista del Yin-Yang, que se apoya primero sobre las interpretaciones de los diferentes recuadros y líneas de los caparazones de las tortugas que se exponían al sol. Más tarde se edificaba el oráculo usando cincuenta varillas secas de aquilea. Hoy en día se usa este oráculo tirando seis veces tres monedas y anotando los desenlaces de cada entre las tiradas.
Este oráculo se funda sobre sesenta y cuatro figuras (o bien hexagramas) construidas con la superposición de 6 trazos, que pueden ser llenos o bien quebrados, variables o bien no. Por el juego de esas mutaciones se llega a cuatro noventa y seis combinaciones posibles. La interpretación de esos hexagramas está escrita en un libro, el I Ching, obra notable de la metafísica taoísta de la vieja temporada, atribuida a Fo-Hi, que habría compilado este tratado a lo largo de una temporada de encarcelamiento. Este viejo oráculo recobró una fuerte popularidad tras la notable traducción hecha el pasado siglo por la lengua alemana Richard Wilhelm con un prefacio del siquiatra Carl Jung, que realizó la teoria de la sincronicidad.
La videncia como capacitad extrasensorial y parapsicológica
La videncia es una destreza extrasensorial. Las destrezas extrasensoriales son, como los sentidos físicos, un medio de percibir la realidad y la forma coherente de realizar la información recibida. Todos tenemos en menor o bien mayor grado destrezas extrasensoriales que nos dejan percibir informaciones, sentimientos, pálpitos, etcétera que sobrepasan los límites de los sentidos ordinarios. Realmente toda percepción de la realidad tiene componentes aproximadamente fuertes que proceden de nuestra intuición. Mas hay personas que detienen una enorme capacidad de percepción extrasensorial y que tienen una percepción más aguda y fina de la realidad. En ese sentido comprendemos lo « sobrenatural », como lo natural exaltado. De este modo debemos entender a los psíquicos, los videntes y los « mediums ». La mayoría de ellos, que han hecho una profesión de su percepción extrasensorial, han sido siendo conscientes de sus dones de una temprana edad y han pasado muchos años cultivando esos talentos.